Llevo mucho tiempo queriendo escribir sobre sistemas de doble autentificación, y específicamente sobre FIDO, y después de varios años, he creído que ya era hora. Así que aprovechando la gran demora en años, voy a aprovechar para dar un repaso del paradigma actual de la identificación.
La identificación puede parecer algo antiguo e incluso sencillo, algo que incluso nuestros abuelos y nuestros hijos/nietos bien conocen. Quizás el ejemplo más cotidiano sea nuestro DNI. ¿Y cual es la funcionalidad principal de este? Pues ni más ni menos, incluso en los tiempos que corren, la de identificarnos de forma única ante el mundo.
Internet no es tan diferente, es una entidad “virtual”, pero se rige más o menos por los mismos principios. Por supuesto puede ser deseable permanecer anónimo dentro de la gran red de redes, al igual que puede ser deseable muchas veces en el mundo real querer ocultar nuestra identidad, y para nada sólo con fines delictivos. Pero al igual que pasa en el mundo real, también necesitamos muchas veces, la mayoría de ellas, que el mundo sepa quien somos, algo que nos apunte de forme inequívoca.
EL USUARIO COMO IDENTIDAD
Internet supuso un antes y un después, y con él aparecieron un sin fin de nuevos… “servicios” para las personas. Desde el correo electrónico, las nuevas formas de comunicación como IRC (que con el tiempo evolucionaría a la mensajería instantánea), foros, blogs, comercio online, redes sociales… un universo que sigue una escalada exponencial, y en el que cada vez, nosotros como individuo, tenemos más peso. Nos comunicamos por Internet, compramos por Internet, nos informamos por Internet… tal es así que incluso vamos dejando muchos servicios tradicionales, y moviéndonos rápidamente a los digitales.
Pero para que todo ello haya sido posible, ya desde los orígenes, ha sido necesario que la inmensa mayoría de servicios que usamos sean únicos para cada persona, donde podremos muchas veces mentir sobre los datos que queramos dejar, pero sean falsos o ciertos, nos identifican en sus sistemas. No hizo falta ser un genio, sólo el sentido común para entender la necesidad de diferenciar a cada … Leer Más...